Argumento: Amalia, un ama de casa cincuentona de un pueblo grande de Galicia, le pide a Carlos, su hijo, que asista, en representación de la familia, a una boda que se celebra en Newark, ciudad de New Jersey muy próxima a New York. Él acepta encantado, sobre todo, porque sus verdaderas intenciones difieren bastante de los deseos de su santa madre, y como es un auténtico golfo sin escrúpulos, consigue convencer a Gonzalo, que es un buenazo, últimamente deprimido por un varapalo profesional, para que pase con él un fin de semana en New York. Gonzalo acepta, más que nada, porque el viaje lo paga Carlos. (O sea, su madre)
Sobrevolando el Atlántico, Carlos pasa a la segunda parte del plan con la ayuda de un despiadado chantaje emocional, y cuando el avión aterriza en New York ya ha logrado convencer a Gonzalo para que asista en su lugar a la boda mientras él visita a una guapa coruñesa que ahora vive en Brooklyn. Suplantar a Carlos no es una misión imposible ya que los de New Jersey no lo han visto, ni en fotos, desde los 7 años. Carlos se va por su cuenta y descubre que su amiga se mudó de casa, pero no le importa demasiado, ya que la que ahora ocupa su lugar es una guapa colombiana.