Argumento: Los Recreativos New Park son un viejo salón deportivo del centro donde los adolescentes echan las tardes en un mundo de neones de colores y musiquillas estridentes. Entre ellos, Dani y su pandilla, un grupo de chavales de Fuenlabrada, son los amos de un singular videojuego: la máquina de bailar.
Dani trabaja en un supermercado. Allí, un segurata con pinta de asesino en serie le tiene por un buen chaval. Tanto, que le pide que cuide su boa albina (una capricho de la naturaleza) durante el mes que pasará en el extranjero. Y por supuesto Dani, además de vigilar el animal, utiliza el piso para organizar una fiestecita con una amigas y de paso enviar a la serpiente al otro barrio en un desafortunado accidente. A la pandilla no le queda otro remedio que buscar un animal de repuesto, pero el único que encuentran cuesta una pasta. No saben ni por donde empezar hasta que descubren la convocatoria del primer concurso nacional de la máquina de bailar, que se celebrará en el Salón del Manga.
Pero para conseguir competir a un alto nivel necesitan la ayuda de un experto coreógrafo, alguien que les guíe en el complejo mundo de las competiciones de baile. Johnny, el encargado del New Park, fue un viejo campeón de cuando la música disco hacía furor. Conmovido por los chavales (que le recuerdan un poco a sí mismo) decide prepararles.
La pandilla deberá superar a todos los equipos que se les vayan poniendo por delante, hasta llegar a una gran final donde Dani se enfrentará, nada más y nada menos, que al campeón del mundo de la máquina de bailar, un joven nipón engreído y malvado. La preparación del duelo se convertirá en algo más que un entrenamiento. Supondrá una superación de los conflictos tanto de los chicos como de Johnny, que se desprenderá de la nube negra que le ha perseguido desde que en el 79 perdió la final de La Juventud Baila.